lunes, 23 de junio de 2014

RP

¿Qué será más fuerte, más poderoso, más encantador? , ¿el miedo, el orgullo o el amor? En tiempos modernos en los que la cabeza se descarrila más a menudo porque intentamos razonar con el corazón, nos vamos perdiendo con mayor facilidad en las turbias aguas de la confusión. Los problemas más negros han sido creados por el miedo, el orgullo y el mal encaminado amor. Su origen es virtual y su fundamento lo suficientemente débil para sustituirlo con la más insignificante parte de la realidad.
He pensado enamorarme muchas veces...tantas que ni siquiera sé cuándo es verdad; siempre preocupada, rara vez ocupada, navegando entre las cosas que no puedo cambiar y abrumada por no poder salvar causas perdidas.
Esta nueva forma de vida, lideraba por la brutalidad de la nada, disfrazada del todo, me hace enfermar y deseo liberarme y evaporarme con el olvido.
Pero tu recuerdo vuelve con el ruido de mensajes entre líneas, con la aurora de la mañana para luego partir en el ocaso que trae consigo la distancia. Te extraño, te extraño tanto que ni yo puedo comprenderlo. Te pienso como se piensa el momento más feliz y el más amargo; no como una mezcla, sino un poquito de ambos, cada uno en su lugar. Te quiero aquí o allá pero con mi recuerdo en tus inquietudes más constantes. Quiero que me desgastes con tu pensamiento matutino y desees enterrarme en la oscuridad de tus noches. Suéñame, víveme y quiéreme como yo te quiero. Revive de vez en cuando esa noche que fingimos conocernos de años aunque sólo nos hayamos encontrado por casualidad. O quizá te pido una vida eterna para algo que duró un instante. Pero, ¿quién conoce la duración de un instante?

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