jueves, 10 de enero de 2013

Distancia

Creo, y sin temor a equivocarme, que a lo que más le temo es a la distancia. Es impecable, más no sé si cabría llamarla justiciera.Cuando pienso la eternidad siempre aparece ante ella, la posibilidad; la posibilidad de la distancia desvanece cualquier promesa, cualquier ilusión. Pongamos sobre la mesa dos amigas que se estiman. Ambas hablan sobre el pasado, disfrutan su presente juntas y planean el futuro como si sus destinos corrieran sobre la misma línea. Pero cierto es que, raramente dos vidas se siguen en línea recta y sin separación. Aún cuando su lazo es tan fuerte y su amor tan grande, la distancia lograría convertirlas en completas extrañas. Cuando vuelven a encontrarse no son nunca las mismas. Durante el tiempo transcurrido han ido gastando sus modos de ser, transformando su presente-futuro mediante el pasado que vivieron sin la otra. Y no es que el estar juntas detenga ese proceso, pero lo hace parecer casi imperceptible.

La distancia es la posibilitante del deseo. La característica principal para que algo sea motivo de deseo, es que no nos pertenezca. No importa lo real, lo numérico sino el sólo hecho de encontrarse a cierta distancia lo que mantendrá activo al deseo y a la desesperación en constante aumento.
El deseo conduce a la locura, en sus distintos grados.... La gran mayoría de nosotros teme a la locura. Y así, sin saberlo, temen también a la distancia.

1 comentario:

  1. wao!! que bonito escribes florecita siempre me dejas pensando en cada linea, te quiero mucho!! sigue asi :D

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