miércoles, 28 de diciembre de 2011

Dicembre no te acabes

Si la concentración tuviera masa, necesito 324532 kilogramos. Si tuviera un color, necesito que sea marrón. Si tuviera un olor, que sea del tipo que se queda impregnado en los dedos o en la ropa después de fumarse unos cigarrillos. En caso de tener sabor que sea de saliva de amor verdadero, la textura de un moco y la enajenación  de un talk show.

Por más que intento concentrar mi ki para lograr prestar atención a lo que me concierne ahora, mas distante me siento. Malditas horas, consumen mi vida.

Y justo de eso necesito hablar: mal, memoria, tiempo, nada, lógica, ser, angustia, verdad.

Un milagrito para esta pobre tonta.

1 comentario: