martes, 11 de diciembre de 2012

Emprender aventuras es robarle tiempo a la muerte

Mi espíritu se ha visto acechado por la sombra de la tristeza; me imagino la tortura que destroza mi cordura en sueños, luego por las mañanas se manifiesta en llanto y por las tardes, en la desazón que me ata a una parsimonia sospechosa. Yo soy una persona feliz...es bueno recordárselo a uno mismo, olvidando cualquier resto de desdicha. Emprender aventuras es robarle tiempo a la muerte...y ser feliz, estar feliz, volverse feliz, se convierte en la aventura más grande que la circunstancia intenta robarnos y a la que debemos, con paso adelante, ganarle la partida. Siempre rodeada por la circunstancia; como una tragedia, no puedo escapar de ella; pero como en una comedia, me río de la desgracia. Tragicomedia, la esencia de la vida. La mutabilidad de la existencia que me permite ser un chiste triste.

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