¡Qué aspecto más triste tiene la pobre muchacha! ¡Ha debido llorar o, por lo menos, las lágrimas han asomado a sus ojos! ¡Es ciertamente odioso hacer llorar a una muchacha! ¡Pero no te inquietes; hay que vengarte y yo te vengaré! Él deberá aprender lo que significa hacerse esperar demasiado.
Todo su ser es tristeza, todo armonía de dolor. Sigue sentada con su trajecito de viaje y no parece querer marcharse. Se lo puso alborozada por la idea de salir y se le ha convertido en símbolo de tristeza. Parece una persona de quien huye la alegría: es como si se despidiera para siempre del amado. ¡Déjale que se vaya de una vez!
SK
No hay comentarios:
Publicar un comentario