domingo, 19 de febrero de 2012

De políticos y otras atrocidades

Nunca me había tocado estar en un evento de esos medio politiqueros. No era un mitin, era el banderazo de inicio para las funciones del tiburonario del Acuario Mazatlán. Se encontraban el gobernador del estado, el presidente de la ciudad, un diputado y otras "personalidades".
Nosotros nos encontrábamos previamente en una manifestación organizada por el Colectivo Antitaurino Mazatlán, para alentar a las personas a que no asistieran a la corrida de toros que se realiza cada lunes de carnaval.
Alguien nos dio aviso sobre el evento, dónde se encontrarían los medios de comunicación y estos políticos, y optamos por aprovechar para hacer acto de presencia y que se nos viera (ora sí).
Llegamos, decididos, valientes y con mucho entusiasmo. Los primeros que nos reciben son los achichincles del gobernador, pidiéndonos amablemente que nos retiráramos, que ellos les comunicarían a éste sobre nuestras peticiones; nos dijeron que llenáramos unas hojas y que con mucho gusto se comentaría sobre nuestra problemática. Entre sus argumentos estaba que no querían que se le diera mala imagen al evento, que era promoción para el puerto, que no era la manera, en fin...¡Un montón de palabrejas labiosas que intentaban detener nuestro objetivo el cual era, simplemente, hacer acto de presencia y que los medios y las autoridades nos voltearan a ver!
Lo que quiero resaltar es lo siguiente. No conocía yo, en realidad, lo que era que se intentara detener a un grupo de ciudadanos, como lo había visto en el periódico o escuchado en las noticias.
No tenía ni idea de lo que era la habilidad sofística de los que acompañan a los políticos. ¡Querían comprarnos con un papelito y unas palabras huecas que se las llevaría el aire!

No voy a mentir, por un momento me dejé engañar. Agradezco que mis compañeros me hicieron despertar de la hipnosis para darme cuenta que son unos artistas del engaño.

Soy joven e inexperta, lo he comprobado y confirmado. Tanto por conocer y tanto por desilusionarme aún.
Creo que en lugar de claudicar, seguiré siendo una piedra en el zapato, PERO, primero tengo que informarme, tengo que tener sustentos, fundamentos y razones muy muy fuertes y reforzarlo con la experiencia.

Aunque no lo voy a negar. Fue muy reconfortante ver cómo se frustraban estos estrategas políticos al ver que no podían contra nosotros. Y si no tuviera prisa, reconozco que me animaría a armar un zafarrancho solamente para que se les caiga la careta de hipócritas y verlos sufrir a costa propia.

Pero en fin, lo que sucedió ayer me hizo muy feliz.

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