martes, 24 de enero de 2012

Only Time

Te recuerdo, más no sé si sea lo mejor.
Normalmente lloro, cuando tu despedida se hace presente en mi mente, cuando escucho esas dos melodías que me habrían dejado marcada, desde entonces hasta no sé cuándo.
Te fuiste y no te podré mentir, esperábamos tu partida. Todo indicaba que el tiempo no sería mucho y que tu alma se desgastaba como tus huesos, y que se apagaba, ensombrecida por esa silla de ruedas, tu inexplicable vida.

Te recuerdo como amante del anime, los comics, los videojuegos, de Era, de Enigma, de Enya... Recuerdo casi cada detalle de los últimos días contigo, aprisionado en tus pensamientos, asediado por los creyentes, pidiéndome que te devolviera tu bolsa de dulces. Sentado, como te lo había exigido por más de 10 años tu enfermedad, veías como se consumía tu mundo. ¿Qué podías hacer ante la inútil lucha contra el destino?

Nunca te olvidaré, primo mío... creo que me duele pensar que deseabas con todo tu ser, seguir viviendo.

Han pasado 11 años y sigues aquí. Por siempre.

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